miércoles, 4 de enero de 2012

NIÑOS, REYES Y MAGIA

         Desde el principio de los tiempos los seres humanos se han esforzado en dominar las fuerzas inmensas y aterradoras que dominaban su vida.
Sortilegios, hechizos, pócimas y rituales han sido, y siguen siendo, los instrumentos que han utilizado, y siguen utilizando, los seres humanos para dominar las fuerzas poderosas de la naturaleza.

Los magos, las brujas, los hechiceros, y toda la cohorte de seres míticos que poseían el poder de la magia, han ilustrado, y siguen ilustrando, desde siempre el afán de todos los seres humanos por poner el poder de los dioses al servicio de los deseos de los hombres.

No creo que exista ni un ser humano en todo el planeta, ni en toda la historia, que no haya deseado una y mil veces poder convertir sus deseos en realidades por obra de magia …!!!

         Grandes y pequeños, menores y mayores, jóvenes y viejos, todos los seres vivos del mundo poseen un rincón del alma donde sus deseos se convierten en realidad utilizando algún fetiche de la suerte.

-         ¿Eso es verdad?  O sea,  ¿que yo también tengo?

-         Claro!!... Y yo también!!


La lotería, la primitiva…“Que la suerte te acompañe”…“ el divino calvo”… los programas televisivos de las adivinanzas y los consejos…las mesas de tarot, los huevos a las clarisas, la pata de conejo, el caldero del druida, la pócima de Obelix...la varita mágica!!!
La carta de los reyes magos es la tierna perpetuación de los viejos sortilegios, hechizos y ritos con los que la humanidad busca desesperadamente convertir sus sueños, sus deseos y sus ilusiones en realidades concretas sin tener que hacer más esfuerzo que el que requiere el sortilegio de turno.

En la ciencia el ser humano utiliza su inteligencia y sus capacidades mentales para poner al servicio de sus proyectos las fuerzas de la naturaleza. En la magia el ser humano utiliza el mundo oscuro de sus miedos de sus afanes, de sus terrores, de sus emociones y de sus elucubraciones fantásticas para que sin tener que hacer nada la naturaleza le brinde sus recursos dominada por el “poder de la mente”.

A esto se le llama magia, conseguir hacer realidad los sueños escribiendo una carta, frotando una lámpara o comprando un papelito en el que hay escrito un número y que para que funcione mejor hay que frotarlo por la espalda de un jorobado.

-         Pero bueno, al final ¿que opina usted de los reyes magos?.

-         En el alma de los niños todo depende del color del amor con que se ama.

En las familias donde el clima habitual intersubjetivo de los afectos positivos y negativos hacen que todos los días sean mágicos es armónica la tradición y por lo tanto la considero positiva.
Donde los niñ@s crecen cada día dentro de una predominancia clara del pensamiento racional y de los planteamientos concretos. En las relaciones intersubjetivas donde predomina lo racional sobre lo emotivo no resulta armónico el hecho puntual de una noche mágica.

Y todo lo que no es armónico creo que no es aconsejable.

José Moyá Trilla